Espeleología es un vocablo de raíces griegas que significa "estudio de las cavidades" ("Spelaion": cavidad, caverna, cueva; y "logos": estudio).
Pues sí, nos guste o no nos guste, la espeleología –a pesar de su femenino nombre- es un deporte-ciencia que parece haber hecho un “Coto Privado” de hombres, y de tarde en tarde abre sus vallas para permitir el paso de féminas que lo hacen fugazmente, ó permanecen como raras avis, siempre en número muy minoritario. ¿A qué es debido este extraño comportamiento? Sinceramente, no lo sé.
Desde mi atracción por las cavernas, siempre me ha sorprendido encontrar tan pocas mujeres en este campo. Cuando a finales del año 1.970 bajé los escalones del Hogar Juvenil de Tejón y Rodriguez buscando la manera de realizar mis sueños de espeleóloga, me encontré un grupo de chicos en cuyos planes no entraba la idea de tener compañía femenina en este deporte. En ese tiempo no era de extrañar. Así que me acostumbré a ser la única chica, lo cual tuvo sus inconvenientes, pero también muchas ventajas.
Estimados amigos,
El otro día, una compañera del Espeleo Club Aradelas de Vigo (Galicia) se puso en contacto conmigo para ponerme en situación de lo que estaba pasando con este precioso ecosistema natural. Os pongo un enlace (aunque viene en gallego, se puede entender) para que sepáis lo que ocurre
El caso es que este fin de semana se organiza el XXX CAMPAMENTO GALEGO DE ESPELEOLOXÍA (ver http://www.aradelas.com/novas.php) o contactar con la federación gallega para más información en http://www.espeleoloxia.org/ga/ y en dicha zona hay muchas cavidades de gran importancia bioespeleológica, además de varias cavidades aún por catalogar...
A 17 kilómetros de Estella, en la provincia de Navarra, se encuentra un pueblecito llamado Lezaum, escondido en la Sierra de Andía. En tiempos pasados, este pueblo conoció días de gloria, como atestiguan sus casas de piedra labrada y blasonadas con escudos señoriales. Pero en la fecha en que sucede este relato, no pasaba de ser un pequeño pueblo dedicado a la ganadería y al pastoreo de ovejas.
Un dia cualquiera del mes de Abril del ya lejano año de 1.962, un grupo de espeleólogos estellenses emprendía la bajada a la sima de Arriazuleta, cuya estrecha boca se abre a medio kilómetro del citado pueblo de Lezaum.
Organización y Seguridad
En otro articulo publicado con anterioridad en el que “sin animo de ofender” exponía y consideraba la práctica de la espeleología como mucho más que un deporte, ya que a mi entender ésta abarca un amplio abanico de posibilidades como campo de exploración y para el desarrollo científico. Cada cual es muy libre de escoger el camino de la competición si es lo que le gusta, pero tal y como está actualmente enfocada no la encuentro adecuada de cara a una formación completa de futuros espeleólogos.
A pesar del gran auge que están teniendo, a mi entender, los mal llamados deportes de riesgo, creo que está definitivamente zanjada, dentro de nuestro colectivo, la polémica entre los que consideraban a la Espeleología como exclusivamente un nuevo deporte, a favor de los que también la utilizaban como medio para la obtención de otros conocimientos, a parte de satisfacer las ansias de aventura y emoción de los que la practicamos.
La definición de la Espeleología, como ciencia, ni tan siquiera, etimológicamente, la considero acertada. El sufijo “logia” del griego “logos”, no significa ciencia, sino más bien, tratado o estudio. No es una ciencia por si misma. No presenta sus propias teorías ni leyes universales, sino que utiliza las de otras ciencias establecidas para realizar sus investigaciones y estudios.